martes, 15 de enero de 2013

Una mala reacción

Uno de los primeros "sustos" que le di a mis padres, fue cuando comencé a salir a la calle. Y es que aquello estaba lleno de nuevos olores para mi, y no pude evitar meter las narices por todos sitios.

Aquello que dicen de "la curiosidad mató al gato" fue lo que casi me pasó a mi. Algo debió picarme entre la maleza que se  me puso la cara como la de un Shar Pei... (os pongo la foto por si no sabéis cual es..)


¿Os imagináis?, yo con esa cara!!!

Total que me tuvieron que llevar a urgencias y ya sabéis que nosotros los caninos no tenemos la tarjetita esa de la seguridad social... Todavía les está doliendo a mis padres la factura de 60€ que tuvieron que pagar más la medicación. 

Me tuvieron que poner una inyección que como podéis ver, la veterinaria no acaba de acertar con la vena y me dejo las patitas hechas un asco...


Lo importante es que me hizo reacción y se me bajó la hinchazón de la cara. Eso si, cambiamos de medico...